HIGIENE BUCAL PROFESIONAL.
Mantener una higiene bucal diaria adecuada es el primer paso para preservar la salud de la boca y asegurarse una sonrisa sana, luminosa y duradera.
Sin embargo, a pesar del compromiso con la limpieza en casa, el cepillo de dientes y el hilo dental no siempre logran eliminar por completo los residuos de placa y sarro, sobre todo en las áreas más difíciles de alcanzar.
Por este motivo, es fundamental complementar la higiene personal con una higiene bucal profesional regular, realizada en nuestro consultorio.
Este tratamiento, realizado por personal cualificado con instrumentos específicos, permite una limpieza profunda y minuciosa, contribuyendo a prevenir la aparición de caries, gingivitis y enfermedades periodontales, que a largo plazo pueden comprometer la estabilidad de los dientes y la salud de toda la cavidad bucal.
Una higiene profesional periódica no solo protege dientes y encías, sino que también mejora el aspecto de la sonrisa, brindando frescura y una agradable sensación de limpieza.
Cuidar la propia boca de manera completa y continua significa invertir en el propio bienestar, en la propia salud y en la propia autoestima.
BLANQUEAMIENTO DENTAL
La sonrisa es un lenguaje universal que supera las barreras culturales y las diversidades lingüísticas. Un gesto simple, pero extremadamente significativo.
¿Qué hay, entonces, más importante que una sonrisa bella, sana y, sobre todo, blanca?
¿Cuántas maneras hay para blanquear los dientes?
n cuanto a los diversos enfoques profesionales que se pueden utilizar, son principalmente dos:
Blanqueamiento en consultorio: Después de haber establecido que la boca está sana, el odontólogo o el higienista podrán realizar el blanqueamiento directamente en su sillón. Este método consiste en la aplicación sobre los dientes de un gel a base de peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida (en un porcentaje variable del 30% al 40% según la empresa productora) que puede ser activado o se activa solo para blanquear. Si el producto debe ser activado, esto sucede usualmente mediante lámparas LED o láseres específicos.
-Blanqueamiento en casa o “domiciliario”: El blanqueamiento puede realizarse también en casa, con un kit compuesto por dos férulas transparentes hechas a medida de las propias impresiones dentales (una para la arcada superior y otra para la inferior), en las cuales se aplica un gel blanqueador de liberación lenta, usualmente a base de peróxido de carbamida en porcentajes del 10-16%. En este caso, el tratamiento se realiza de noche durante al menos 7-8 horas por un período que va desde las 2 hasta las 8 semanas aproximadamente.
Llegados a este punto, uno podría preguntarse cuál es la mejor manera de blanquear los dientes.
Pues bien, tanto el blanqueamiento en consultorio como el blanqueamiento domiciliario son muy eficaces, aunque el blanqueamiento domiciliario ha resultado ser más duradero con el tiempo.
En algunos casos, se puede decidir realizar ambos procedimientos, primero en el consultorio y luego en casa con las férulas, sobre todo cuando estamos blanqueando para corregir discromías importantes del esmalte.
ODONTOLOGÍA CONSERVADORA Y ENDODONCIA
La odontología conservadora y la endodoncia abarcan todas las terapias que tienen como objetivo restaurar la salud, la funcionalidad y la estética de los dientes comprometidos por caries, traumatismos o fenómenos de desgaste con el tiempo.
Gracias al empleo de técnicas modernas y mínimamente invasivas como los láseres, es posible intervenir de manera específica y conservadora, preservando la mayor cantidad posible de tejido dental sano.
Este enfoque no solo protege la salud de la boca a largo plazo, sino que también reduce las molestias para el paciente, haciendo que el tratamiento sea rápido, seguro e indoloro.
CUIDADO DE LA PERIODONTITIS
La periodontitis, conocida también como piorrea, es una patología inflamatoria que afecta los tejidos de soporte del diente, en particular encías, ligamento periodontal y hueso alveolar.
Si no se diagnostica y trata a tiempo, puede evolucionar progresivamente hasta causar la movilidad y, en los casos más graves, la pérdida de los dientes.
La causa principal de la periodontitis es la acumulación de placa bacteriana y sarro debajo del margen gingival.
Estos depósitos, si no se eliminan con una correcta higiene bucal y controles periódicos, generan infecciones que dañan los tejidos circundantes, provocando retracción gingival, sangrado, halitosis y, con el tiempo, la reabsorción ósea.
En nuestro consultorio adoptamos protocolos terapéuticos específicos y actualizados para abordar de manera eficaz la periodontitis. Tras una evaluación minuciosa del estado periodontal del paciente, intervenimos con tratamientos no quirúrgicos como el raspado y alisado radicular, y en los casos más avanzados, con terapias regenerativas o quirúrgicas.
Así es, también en este caso es muy útil la contribución de los láseres.
El objetivo es detener la progresión de la enfermedad, reducir la inflamación y preservar la mayor cantidad posible de tejidos naturales.
IMPLANTOLOGÍA Y PRÓTESIS DENTALES
La pérdida de uno o más dientes representa un problema no solo estético, sino también funcional.
Además de alterar la armonía de la sonrisa, puede comprometer la correcta masticación, la fonación y, con el tiempo, llevar a desplazamientos de los otros dientes y a una reabsorción del hueso maxilar.
Intervenir a tiempo es fundamental para preservar el equilibrio y la salud de todo el aparato estomatognático.
Gracias a los avances de la odontología moderna, hoy en día es posible restaurar los dientes perdidos de manera segura, duradera y natural a través de soluciones protésicas e implantológicas.
Entre estas, el implante dental representa la solución más avanzada y eficaz.
El implante es una raíz artificial de titanio biocompatible que se inserta quirúrgicamente en el hueso maxilar o mandibular.
Una vez que ocurre la osteointegración, es decir, el perfecto anclaje del implante al hueso, se aplica una corona protésica que reproduce fielmente forma, color y funcionalidad del diente natural.
El resultado es estable, estéticamente armonioso y completamente integrado con el resto de la dentadura.
ORTODONCIA INFANTIL
La ortodoncia infantil desempeña un papel esencial en el desarrollo correcto de la dentadura y en el equilibrio general del rostro del niño.
Intervenir a una edad temprana no significa solamente mejorar la estética de la sonrisa, sino sobre todo guiar el crecimiento de los huesos maxilares, corregir posibles maloclusiones y prevenir la aparición de trastornos funcionales que podrían influir en la masticación, la respiración y la postura.
Una primera visita ortodóncica se recomienda alrededor de los 5-6 años, periodo en el que comienzan a erupcionar los dientes permanentes y en el que ya se pueden observar los primeros signos de posibles problemas.
Un control a tiempo permite identificar malposiciones dentales, apiñamientos, espacios excesivos entre los dientes, dificultades al cerrar la boca o anomalías en el desarrollo de los huesos maxilares.
Gracias a tratamientos de ortodoncia interceptiva, como aparatos removibles o funcionales, es posible corregir de manera delicada pero eficaz el crecimiento de las arcadas dentarias y favorecer un correcto desarrollo de la sonrisa.
Este enfoque preventivo a menudo reduce la necesidad de tratamientos más complejos en la adolescencia o la edad adulta.
DOLOR DE CABEZA Y CIÁTICA
¿Por qué los dientes pueden ser causa de dolor de cabeza, ciática y dolor de espalda?
Las maloclusiones dentales (es decir, una desalineación de los dientes o un cierre incorrecto de las arcadas) pueden alterar la postura y la tensión muscular, influyendo en el equilibrio de cuello, hombros y espalda.
Esto puede causar, además de los dolores debidos a la articulación misma (síndrome de la ATM), también dolor de cabeza, ciática y dolores de espalda a causa de compensaciones del cuerpo que trata de adaptarse a la masticación incorrecta.
Por ejemplo, una desalineación mandibular puede generar:
Tensiones en los músculos masticatorios (pterigoideos, temporales, maseteros), que repercuten en las cadenas musculares anteriores/posteriores.
Adaptaciones posturales (ej. desplazamiento de la pelvis o rotación de los hombros) para compensar el desequilibrio, causando lumbalgias o ciáticas por compresión nerviosa.
Dolor de cabeza por hiperestimulación del trigémino o contracturas cervicales (la mandíbula está conectada al hueso hioides y a los músculos suboccipitales) o incluso por problemas craneosacrales.
Corrigiendo la oclusión con un bite (férula oclusal) o con alineadores, o a veces incluso solo con desgastes selectivos dirigidos, se reequilibra la respuesta a las interferencias nerviosas y al aparato musculoesquelético, eliminando o aliviando los síntomas.